Ayer, la hora de la cita de entrenamiento de los jueves, parecía el previo a una carrera.

Se unió a nosotros el marido de Ninfa, que aunque su deporte es el fútbol no se pudo resistir a probar esta modalidad de entretenimiento y, en nuestro caso, de socializar, con este arte de correr.
Miguel arrancó tirando a una velocidad endiablada para lo que viene a ser un comienzo habitual de entrenamiento, así que os podéis imaginar el resto, puedo decir que la segunda vuelta de 5 km fue un poco mas de 20’. El caso es que para los que no estamos nombrados a seguir esas velocidades nos conformamos con verles a los lejos o cuando doblan. Menos mal que ayer se reincorporó Miguel de su también maltrecho esguince y bueno, ahí nos vimos los dos medio lesionados a una velocidad más acorde a nuestro estado de forma, enfrentándonos a una segunda vuelta, que después de este parón que hemos tenido nos resultó un poco dura la segunda vuelta. Por lo que a mi respecta iba muy forzada ya que tengo que volver a recuperar esa poca progresión que había conseguido.
He decidido dejar de lado el pulsómetro y correr por sensaciones después de este entrenamiento. Creo que será mejor vivir en ignorancia frente a esos picos máximos de ritmos cardiacos que alcanzo.
Totales de ayer: 10 Km. en 60’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario