domingo, 17 de julio de 2011

II edición noche de MIACCM


Mi primera carrera nocturna; con mucha ganas de participar en esta singular carrera nos fuimos hacia Collado Mediano, aunque mi GPS nos indicó mal la salida de la rotonda y nos hizo perdernos un poco, pero nada que no se solucionase para llegar con tiempo suficiente para la recogida de dorsales de los cinco pradolongueros que estábamos apuntados a esta carrera.
Una vez ubicados busqué a Esther y David, del grupo “zapatillas y calcetines”.
Antes de...
Últimas fotos antes de la salida, calentamiento, nervios, intercambio de vivencias desde la última vez que nos vimos, etc. Todo el mundo preparado en el pelotón de salidas, Ninfa se dirige hacia los primeros puestos para intentar pillar pódium femenino. La  salida se retrasa 5’, los nervios a flor de piel y por fin pistoletazo de salida. Esther se emociona en los primeros metros y va muy fuerte, le sugiero que baje el ritmo si no quiere pagar las consecuencias. En los primeros 2 km se ve perfectamente todo,  pinta bien una subidita interesante que no se hace dura por ser en los primeros km, al salir del pueblo entramos en caminos donde la polvareda que se levanta por todos los corredores es muy molesta dificultando la respiración. Empiezan la primeras piedras y socavones del camino aunque todavía se ve algo y podemos esquivar, como es normal esto hace que tengamos que bajar el ritmo y poner nuestra concentración total en el terreno perdiendo de vista el entorno que nos rodea. La noche se va echando encima y la luna llena se hace la remolona, dependemos totalmente de la luz de nuestros frontales, la mía es algo escasa lo que hace que la concentración se incremente aún más.
Nos quedamos en el grupo Ana, Esther, Miguel y yo.  Miguel, como siempre compitiendo hasta con su sombra, va a tirones, sus ansias de ir el primero le separan del grupo pero vuelve a buscarnos, algo que dura poco ya que se vuelve a picar con otro corredor y vuelta a lo mismo.
Esther está muy bien de forma, va su ritmo siempre como 15 metros por delante de nosotras, resulta una buena liebre. Ana va un metro por detrás de mi pendiente del reflejo que hacen mis zapatillas en cada pisada para hacer una anticipación mental de por dónde pueden ir las suyas.
Después de dar la primera vuelta el recorrido se inmersa por la calzada romana, esto empieza a complicarse, el terreno se convierte en un Cross duro donde tenemos que subir y bajar por piedras  con mucha diferencia de altura entre unas y otras. En este tramo no hay nadie corriendo ya que resulta imposible,  veo el cartel del km 6 y empiezo a desear acabar la carrera, resulta muy estresante correr sin luz y con un recorrido tan duro que el agotamiento y la atención en cada pisada hacen mella.
En el km 7,5 Ana se encuentra bien, va por delante de mí con una carrera relajada por un terreno mucho más llevadero y precisamente por bajar la guardia sufre una caída muy aparatosa, porque una vez en el suelo y con la inercia que llevaba sale despedida dando casi una vuelta de campana. Primeros momentos de tensión por saber si se había hecho algo serio como roturas o torceduras,  hasta que ella me dice que está bien y solo me enseña el raspón de las manos y algo en la rodilla pero nada serio. Empieza a correr de nuevo y todos lo que íbamos con ella nos quedamos mucho más tranquilos y volvemos a nuestro ritmo. 

Pasamos por un prado donde pastan la vacas, que está todo lleno de socavones por la pisadas de estos animales era intransitable, empiezo a estar hasta los mismísimos de tan duro recorrido, la luna se empieza a dejar ver con un color amarillento que la hace preciosa, pero es muy difícil prestarle la atención que se merece por el dichoso recorrido, la meta esta en el 10,420 km, la explosión de júbilo que sentimos al ver la meta, hace que todos esprintemos como locos, Esther que tiene un buen final entra por delante de Miguel, algo que no le gustó, pero él tiene que saber que está disfrutando y no ser tan competitivo ya que su facultades físicas no están en el mejor momento, tendría que centrar su atención en hacer una buena recuperación después del tan duro invierno que ha pasado con la lesiones y dejarse de piques.

Yo también esprinto y me doy cuenta que he dejado a Ana atrás, y como le prometí que entraba con ella, me paro y le espero para poder entrar con los brazos en alto celebrando el final de tan dura carrera.
Después de...
Ninfa quedo la cuarta, pero disfrutó como una enana de la carrera, iba tan eufórica que ni necesitó el frontal para poder correr.
David también hizo buen tiempo, pero al igual que el resto también se le hizo muy largo el recorrido.
Emilio sufrió dos caídas pero no fueron muy serias, no sufrió ni un rasguño.
Final de carrera; bolsa con fruta y bebidas, una degustación de chorizo a la sidra y espera de entrega de premios. A Esther le tocó en la rifa una mochila que tenía una bandeja y una cantimplora.  Al menos nos hizo mucha ilusión a casi todos.