domingo, 13 de diciembre de 2015

XXXII Carrera popular Villa de Aranjuez

Después de mucho tiempo sin hacer crónica de carrera, hoy se dan las circunstancias adecuadas para volver a retomar esta costumbre. Me he decidido por varios motivos, el principal es que el único seguidor que tengo me pidió el otro día que volviese a escribir crónicas, por eso esta crónica se la dedico a Pepe, que es muy majete aunque sea del Madrid
 ;-) es broma.
Hoy se celebraba la XXXII Carrera popular Villa de Aranjuez. Animada por algunas chicas del club AguaVerde de triatlón al cual pertenezco, me vi participando en esta carrera. Esta ha sido mi tercera ocasión y tengo que decir que la organización ha mejorado muchísimo desde la primera en la que participé, en 2009. Salida muy controlada por cajones y lo mejor es lo de hacer una salida para cada cajón, gran idea para evitar las aglomeraciones y embudos por tantos participantes.
Salimos de casa a las 10:00h para poder llegar con margen al punto de encuentro con la gente de AguaVerde, ya que @Nacho10 se ofreció a ir a recoger todos los dorsales del club. Esto es un detallazo por su parte y de agradecer, porque desde hace unos años se tienen que recoger un día antes y habría que desplazarse  desde Madrid a Aranjuez y la verdad es que es un rollo tener que ir hasta Aranjuez con su vuelta para tener que recoger el dorsal; llegamos a la hora acordada,  saludos, recogida de dorsal y poco más, que ahora tocaba dejar la ropa en el ropero y buscar un baño, algo tan necesario para todo corredor, que los nervios son muy traicioneros.
Foto de grupo, con algunos del club.
Recuperando fuerzas
Llega la hora de la salida, suena la canción de  "Eye of the Tiger by Survivor", todo un clásico para empezar a disputar una carrera y empezamos a correr. Es una carrera con un perfil muy llano lo que hace que sea muy rápida, los kilómetros van cayendo, el sol decide salir y como antes estaba desaparecido la ropa que llevas es excesiva para estos momentos, aunque mientras se esperaba era más bien escasa, tocó ir quitando piezas, porque parecemos transformers, vamos  con piezas de ropa que se pueden ir desmontando, más algún cachivache, en mi caso me quité la braga del cuello y una camiseta de manga corta que llevaba encima. Fui a un buen ritmo toda la carrera y más teniendo en cuenta que últimamente y con la llegada del frío me está costando mucho encontrar las ganas de salir a correr. Por fin, casi en la recta final apareció la única cuesta de toda la carrera y Ana, que tiene tendencia hacer las cuestas a buen ritmo, hizo que yo la hiciese más rápido de lo que me gustaría, desfondé un poco y al girar para hacer el último kilómetro ella vio que yo iba un poco forzada con la respiración y me dijo que no apretase, para evitar uno de mis percances al entrar en meta, porque me emociono y al parar me puede dar un jamacuco, con lo cual escuché su sabio consejo y moderé un poquito, pero poco, que estaba viendo la meta y el cronómetro; como habíamos salido 6’10’’ más tarde que los primeros, el tiempo real desde el inicio se acercaba peligrosamente a la hora y eso te fuerza a apretar, paranoias de corredores.
Y este personaje nos quito la poca fuerza recuperada.
Por fin entramos en meta, muy buenas sensaciones, con un tiempo de 53’49’’ muy bien para lo poco entrenadas que íbamos Ana y yo. Nos fuimos a cambiar, que hacía mucho frío y en la cola del guardarropa nos encontramos con la Tía Concha, una gran mujer del Club AguaVerde. Estaba pletórica y encantada con la carrera que había hecho, es muy raro ver a un corredor popular  enfadado después de una carrera, que vamos todos drogados de nuestras propia endorfina, y es que el deporte engancha porque nos da felicidad.

Habíamos quedado con la gente del club para sacar una foto de grupo, ya que fuimos bastantes. Luego nos fuimos a comer Ana, Concha, Sophie, Sonia y yo al Nassica, que nos pillaba de camino a Madrid, muy contentas todas compartiendo momentos y sensaciones de la carrera y buscando proyectos deportivos nuevos, de cara al nuevo año que empieza.


domingo, 11 de enero de 2015

Trofeo Páris 2015

Hoy voy a retomar mis crónicas de carreras, después de un año y medio sin hacerlo, Pepe me dijo que seguía mis crónicas y que hacía mucho que no escribía nada, va por él.
Tipica pose jotera
Participar en todo un clásico como el trofeo Páris, creo que desde que empecé a correr no me he perdido ninguna edición, y que no hay nada como correr en el barrio, y es que tengo un poco abandonado lo de participar en carreras, desde que me pase al triatlón, aunque esto no es el motivo de por qué he dejado de participar en carreras, mayormente es que estoy en contra del negocio que supone para la mayoría de organizadores este boom, de que la gente quiera llevar una vida más sana. Cuando empecé a correr hace casi cinco años, el precio y la atención al corredor eran otra cosa, ahora no hay carrera que no baje de los 10€, las menos, y si eso lo multiplicas por la masificación de participantes, se convierte en un pico. Bueno, después de mi desahogo de especuladores que se han subido a este carro de las carreras me centraré en las sensaciones que he tenido y su crónica.

Con la liebre a mi izquierda


En recta la recta final
Con los nervios normales de la salida, algo que no puede faltar y después de un calentamiento, espero al pistoletazo de salida, al ir sola me puse los dos auriculares para poder evadirme con la música en los momentos más duros. Me puse en el grupo de más de 55’, esto fue un pequeño error de cálculo por mi parte, ya que me retrasó mucho en el primer kilómetro, porque no hay forma de adelantar, pero bueno esto también evita que me lance y no controle el ritmo progresivo de los primeros kilómetros. Cuando encontré mi hueco seguí a un chico que llevaba un ritmo justo para hacerme de liebre, mis sensaciones y la música me fueron acompañando todo el momento, y ver a tantos conocidos animando es un gran aliciente.
El conocer el recorrido como la palma de mi mano me ha ayudado mucho y dosificar energías, y aunque llevaba unas semanas flojuchas de entrenamiento por las fechas que nos han precedido, desde el domingo pasado me he tomado más en serio los entrenamientos y no he vagueado tanto,  he hecho cambios de ritmo que con tan poco tiempo de antelación parece que algo han hecho, porque aunque en 7’’ ha sido mi MMP para esta carrera en concreto.
Muy buenas sensaciones y disfrutando; tiempo final 52’58’’


Recuperación
Lo mejor, sin duda, ha sido la recuperación después del esfuerzo.