domingo, 27 de febrero de 2011

I Carrera por las enfermedades raras

El grupo al completo

Aunque el tiempo parecía que este fin de semana tenía la intención de portarse bien, hoy amaneció más frío y con un viento muy fuerte, tan mal compañero de los que practicamos este deporte: correr.
Ana y yo nos dirigimos al punto de encuentro en la casa de campo y como el transporte se nos dio mucho mejor de lo esperado llegamos media hora antes, coincidiendo con la pasada de los corredores que participaban en la media maratón de la Latina. Como nos sobraba tiempo nos dedicamos a animar mientras esperábamos que pasaran conocidos que estaban participando, los animábamos y yo intentaba sacar alguna foto, pero el móvil se me bloqueaba justo en el momento de verles así que solo pude hacerle fotos a Emilio, Retamalejo y a Carlos solo de espaldas. Con Dani y Alfon la tecnología no estuvo fina para inmortalizares.
Las chicas al completo
Nos fuimos al punto de encuentro y poco a poco fueron apareciendo los compañeros de fatiga  para participar en la II CARRERA POR LAS ENFERMEDADES RARAS. Como empezaba a las 12 tuvimos tiempo de sobra para intercambiar experiencias sobre este deporte. Algo que siempre me gusta es ver como los novatos se empiezan a interesar por distancias más largas, es siempre grato poder ayudar y explicar cómo lo viví yo cuando comencé y darles algún que otro consejo para que se animen a seguir progresando, que revierte muchos beneficios personales a quien poco a poco va superando nuevos retos.
La organización en la salida dejó mucho que desear, pero no me centraré en eso porque sé que era por una buena causa.  La llegada a meta también fue penosa, parecía el metro en hora punta, casi sin espacio para frenar, algo que me obligó a parar de golpe y poder hacer una parada progresiva, empezaron a darme nauseas y me sentí fatal. Si algo he aprendido hoy es que parar en seco pude producir malas consecuencias para el organismo.
Reto superado
Fuimos recuperando el grupo del día y contando cómo se nos dio a cada uno echando alguna que otra risa por anécdotas que hacen que cada día te sientas mejor por poder compartir con gente la práctica de este deporte. 

domingo, 20 de febrero de 2011

Casa de campo 20/02/2011

Antes de...
Después de sugerir en el muro de zapatillas y calcetines hace un par de semanas la posibilidad de hacer un entrenamiento conjunto, hoy llegó el gran día en el que 12 madrugadores domingueros fueron guiados por un capitán con mucho conocimiento del Pulmón de Madrid, La Casa de campo. Nos llevó por senderos que serpenteaban mientras subían y bajaban pendientes, que aunque antes de empezar el entrenamiento todos llegamos a pensar que sería un recorrido llano, nada más lejos de lo que resulto siendo, claro que no importó porque tuvimos la oportunidad de conocer recovecos con mucho encanto que esconde la Casa de Campo. También pudimos ver algo de fauna, aunque esto supusiese frenazos en seco con desgate de media suela de zapatillas.
Preparados listos ya!!

En la cumbre
Después de que el día anterior no parase de llover pudimos comprobar que el agua deja un rastro barroso que se pega en las zapatillas, haciendo que el entrenamiento resulte muy bueno para fortalecer piernas, mientras arrastras todo el barro que cada zapatilla puede absorber. Según lo cuento podría parecer que sufrimos mucho, pero nada más lejos de la realidad y es que lo corredores estamos hechos de otra pasta y con estas cosas al final terminamos disfrutando como enanos.
Fue un entrenamiento muy suave de ritmo pero con los desniveles conseguimos variedad cardíaca.
Al finalizar, unas buenas bebidas refrescantes para mitigar la sed y reponerse con alguna que otra tapita de callos en el Urogallo Pelón.
Espero que pronto se organice otra de estas, para poder sentir que aunque vivo en una ciudad, siempre hay dentro de la misma sitios que te hacen olvidarte del estrés que supone vivir en ellas.