domingo, 2 de diciembre de 2012

XXIX Media maratón de Villaverde



Hoy el despertador  hizo su trabajo, pero yo no le había subido el volumen y aunque se cansaría de avisar,  hasta que no paso  40’ mi resorte no salía, como suele pasar en estas ocasiones. Las prisas invaden el comienzo del día, todas las cosas se cambian de sitio o son las prisas que nos ciegan. Además, a la hora de ir a ponerme el gps me dice que está sin batería el muy cabr… si le hice una carga completa el viernes y no lo había usado! Había quedado a las 09:00h pero a esa hora estaba saliendo de casa y para liar más el tema, donde aparcábamos antes que era en el parking del Carrefour, no había sitio en el exterior y al interior no dejaban entrar hasta las 10:00, hora en la que empezaba la carrera. Empezamos a dar vueltas con el coche como el resto de corredores, ni un sitio y el tiempo se nos echaba encima. Cuando soy atajo de nervios, como os dije antes, no veo las cosas que tengo delante y os cuento esto porque después de muchas vueltas vi un sitio al que se accedía desde una dirección prohibida de una avenida que salía a una rotonda. Del sitio a la rotonda no habría más de 5 metros, y ahí que me lancé en plan kamikaze a por él sito.  Justo cuando ya tenía el coche aparcadito, mi visión recupero el 100% de su eficiencia y vi como me miraba un policía municipal desde una enorme furgoneta municipal, aparcada justo a la izquierda de donde había dejado el mío. Me entraron todos los miedos posibles ante esta situación, salió el señor municipal y me dijo que tenía mucho valor para hacer esa maniobra en sus propias narices, que eso suponía 3 puntos menos y una sanción de 300€. Le dije que estaba muy agobiada con el tiempo etc, etc… y él me dijo “¿y ahora que hago contigo?”, fui muy sincera y le dije: “está en tus manos, tú decides, sé que he metido la pata hasta al fondo”, me arbitró y me dijo que no se volviera a repetir, ¡¡UF!!
Rodeada de buena gente
Después de todo este comienzo de día tan tormentoso, llegué casi a las 9:30; recoge dorsal, deja las cosas en el ropero y poco más. A las 10:03 dieron la salida, nos pusimos muy adelante, mala estrategia, pero los nervios  seguían estando ahí. Empezamos a correr, al ser cuesta abajo me dejé llevar, sin gps que me dijese lo que estaba haciendo fui dejando atrás a Ana y cuando me di cuenta la perdí. Una vez entré en el parque lineal bajé el ritmo para ver si me alcanzaba, así hasta salir del parque, donde me alcanzó Emilio 2, al que hacía mucho que no veía y me contó que no quería hacer muy deprisa la carrera ya que llevaba tiempo sin entrenar. Me dijo que Ana estaba atrás, no muy lejos, yo le dije que estaba bajando el ritmo para que me cogiese. Al final él se quedó conmigo, haciendo muy ameno el recorrido porqué tenía ganas de hablar y esto ayuda mucho, amenizar las carreras de distancias más largas. En el km 15 por fin vi a Ana, que me pasó un gel que ella llevaba justo en el momento de doblar recorrido, que aunque estuviésemos en el mismo punto no estamos en la misma distancia.
En el kilometro 18, donde todos los años veo a mi sobrina ella empezó a gritar “¡vamos Ana, vamos Macu!”, yo le contesté “Ana está un poco más atrás” y la voz de Ana, justo detrás de mí, me dijo “¡estoy aquí!”, por fin ya estábamos a las misma altura.
Unos metros más adelante estaba nuestro amigo Esteban, que nos estaba esperando. Empezó a animar y nos acompañó hasta casi la última cuesta agónica que tiene esta media. Gracias Esteban por esos ánimos!
Entrada en meta
Y por fin la meta: 1:58. No ha sido nuestro mejor tiempo, pero la falta de entrenamiento en tiradas más largas hacen mellas, claro que tampoco nos jugamos nada. Además, le metieron si cabe más cuestacas a esta media, que es bastante dura.
Soletes deslumbrando a la camara