lunes, 23 de mayo de 2011

Maraton de Edimburgo 2011

El viento, un protagonista traicionero.
El día amaneció soleado pero el viento no amainó, algo que ya me preocupó, y mucho, el día anterior.
Nervios a flor de piel, según me voy acercando me doy cuenta que mi estado de ánimo no va a ser el mejor. Estoy muy, muy negativa, ausencia de mi vitalidad habitual, esa mala compañera femenina me la jugado pero bien.
Antes de salir me siento como ausente, sin saber muy bien donde estoy, todo el año esperando este día y mi estado de ánimo no me deja apreciar esos momentos anteriores como debería.

Milla 9,5 
Pistoletazo de salida, empiezo a rodar, me voy encontrado bien, echo de menos el bullicio de las carreras en España. Casi todo el mundo callado menos Tito, que es mi compañero de aventura para esta maratón, claro que se pasa todo el rato preguntándome cómo funciona el GPS que le han dejado, como un niño pequeño con juguete nuevo no deja de tocar botones, lo que faltaba para la mala leche que tengo intrínseca. Él empieza a tirar a su ritmo y no me avisa de que piensa ir a su bola, yo intento seguirle hasta la milla nueve ayudada por un sprint y un grito, para informarle de que Ana nos espera por esa zona, le dije que iba muy deprisa para mi, su contestación es que quería ir a su ritmo, el tema es que habíamos quedado en ir juntos y no me avisó que había decidido cambiar de táctica e ir a su bola. No me enteré hasta ese momento, yo me equivoque y quemé más energías de las necesarias. Lección aprendida para otra maratón; solo variar el ritmo si acompañas a un novato, en caso contrario cada uno a sus planes.
Fotocol
El viento molesta cada vez más, un chaparrón de 15’ con algún granizo, al menos no tengo que hidratarme, por fin cambio de sentido ya que todo el recorrido es en línea recta paralelos al mar, una brizna de emoción aparece al darme cuenta que ahora veré a los más lentos de frente en vez de a los mas rápidos, pero esa sensación dura poco, el viento viene de cara con rachas de 45 km h, que en ocasiones me desplazan, tengo que agachar la cabeza para poderme proteger de los azotes huracanados que me frenan. Mi cabeza quiere luchar, no dejarme abatir por los envites del viento y seguir corriendo sin parar ni una vez, en mi cabeza se escucha constantemente el “vamos Macu tu puedes, vamos…” pero en un momento de debilidad física la cabeza ya no es lo suficientemente fuerte, me paro a andar, las piernas me flaquean, mi cuerpo se contonea hacia los lados y estoy a punto de caer, pero el siguiente paso me equilibra rápidamente, me pongo a andar cada vez a mejor ritmo veo como mis pulsaciones van bajando de 185, cuando veo que me recupero y estoy en 160 pulsaciones empiezo a correr de nuevo, el viento sigue pegando fuerte y no quiero parar, los cuádriceps se quejan con pinchazos dolorosos pero sigo porque sé que tengo un as en la manga; me queda un gel. Será un gran aliado en el próximo avituallamiento a falta de 6 km lo tomo y vuelvo a andar recupero y reinicio la marcha, miro el tiempo y sé que puedo llegar al segundo objetivo marcado que era 4:12, midiendo como pude conseguir hacer esos últimos kilómetros de sufrimiento pensando en entrar en ese tiempo.
¡Lo hice! marqué ese tiempo, habrá otras ocasiones para hacer mejor tiempo, me queda la satisfacción que le quite 6’ a mi primera maratón de hace una año.

domingo, 8 de mayo de 2011

VIII Carrera de la mujer

Sufriendo la cuesta

Esta mañana he vuelto a repetir por tercera vez la carrera de la mujer. Esta carrera es perfecta para iniciarse en este mundillo de las carreras populares; en esta ocasión hemos acompañado en su estreno a Susana, que lleva algo más de un mes corriendo. Estaba muy nerviosa pensando que no la podía hacer entera, ya que lo máximo que ha hecho corriendo han sido 5 km y en esta ocasión son 6,5 km pero al ser en una carrera se ha visto contagiada por el ambiente y no le ha costado hacerla del tirón sin una parada. ¡Enhorabuena Campeona!
Las tres que íbamos con ella ya estamos curtidas en estas lindes, Cristina ha ido sobrada toda la carrera, el año pasado la hicimos correr más pero en esta ocasión mandaba la prioridad del inicio de una novata.
Simetría del estiramiento
Sobre la carrera tengo que decir que este año la organización se ha estirado algo más con la aportación en la causa contra el cáncer de mama: han sido 50.000€.