lunes, 20 de septiembre de 2010

Reflexión de entrenamientos

Los últimos entrenamientos han sido muy monótonos, por eso no me he decidido a escribir al respecto. Ahora mismo no tengo nada nuevo que contar por eso quiero compartir algún que otro pensamiento que se me pasa por la cabeza cuando corro. Es probable que en algún momento también se os haya pasado por la cabeza algo parecido:

-Entrenamiento  “10”
Son esos días en los que te levantas y después de preparar cada cosa que necesitas para hacer una entrenamiento, sales y vas notando como tu cuerpo se empieza reactivar poco a poco y después de unos kilómetros te da la sensación que todo el trabajo que has hecho empieza a dar resultados, notas el cuerpo ligero, las piernas responden como una herramienta perfecta adecuando cada zancada, el tronco va recto, la cabeza levantada; esta es la posición correcta para obtener de la mejor manera posible parte del combustible necesario.  En esos días, mientras corres, te vienen a la cabeza cómo vas hacer esta u otra carrera, el ritmo que puedes mantener, te imaginas en muy buenas posiciones...cuando terminas el entrenamiento te vas hacia tu casa con las pilas cargadas al 100%  con muy buenas sensaciones, con ganas de salir incluso a entrenar esa misma tarde. Estos días son fundamentales para reafirmar nuestra adicción a correr.


-Lo que pudo haber sido y  no fue






Ese día en que con anterioridad al entrenamiento te planteaste ir a tope para medirte, para saber en qué nivel estás.
Te pones las mejores zapatillas que tienes, la mayas y la camiseta más cómodas, buscas la música más cañera y antes de salir de tu casa lo pones todo a punto para no tener que estar parando, llegas a tu lugar de entrenamiento, los primeros 10’ serán de un rodaje suave para calentar y no lesionarte, todo muy estudiado para hacer ese entrenamiento que te ronda todo el día en la cabeza.
Al final ya llega ese gran momento, empiezas a rodar y vas incrementado la velocidad, pero al igual que para tí es un gran día para mucha gente, con esto me refiero a que todo el mundo se siente dispuesto a pasear y a pararse en seco delante de ti, haciéndote pegar giros inesperados para sortearles, los perros, que a sus dueños les da por dejarles sueltos, que se cruzan, niños que van en bicicleta o en triciclo, que no van en línea recta jamás, ese grupo de ancianos que se creen dueños y señores del parque que protestan a los jovencitos por esto o por lo otro, pero a la hora de caminar lo hacen ocupando el máximo espacio posible para no dejar ni un huequito para pasar e incluso parece una norma que al llegar a cierta edad no se puede andar sin un paraguas, palo, bastón, que no lo utilizan de punto de apoyo sino a modo de sable lateral para ocupar más que nadie, no vaya ser…
En definitiva; un cúmulo de circunstancias que sufrimos lo corredores y eso supone mucho peligro para nuestros rodajes y posibles lesiones. El caso es que te vas a casa sin saber si estás en un buen momento ya que las circunstancias ajenas a ti han impedido que puedas hacer el entrenamiento preparado de antemano.
Pero seguimos corriendo, aunque la mayoría de los días hay algún momento en el que le dirías a alguien cuatro cosas bien dichas, pero te limitas a resoplar porque sabes que entrenas en un lugar público y es lo que hay.

Continuará…

1 comentario:

  1. Ayer te hubiese dicho que no sé de que hablas, pero precisamente esta mañana, a una hora que me da verguenza decir (pero es antes de las 5:00 am) he corrido 12 km y he sentido justamente la sensación de la que hablas. Después de un mes entrenando con malas sensaciones y sin ganas, hoy me he sentido "flotar". Justo lo que tú describes. Espero que esto sea un cambio de tendencia y signifique que he empezado a estar en forma. (muy buena reflexión la tuya)
    SERRANO

    ResponderEliminar