Hoy que es fiesta aprovechamos para ir a entrenar a la casa de campo. Empezamos el entrenamiento muy pronto un grupo bastante grande de gente, yo era una novata entre ese grupo de gente en esto del correr.
Mi intención era la de ir a un ritmo relajado, para poder aguantar toda la ruta bien.
Esto de ir a la casa de campo tiene sus incertidumbres, ya que la gente que va es bastante avanzada y va a muy buen ritmo y por supuesto no puedo ir con las gacelas de mi grupo.
En el segundo kilometro de entrenamiento me acople a Carlos, un compañero de carreras que es de donde le conozco, él a igual que yo tampoco está muy puesto al corriente de los circuitos que hacen este grupo tan multitudinario. Perdimos la estela de las gacelas y cogimos otro camino, gracias a que Carlos conoce muy bien la casa de campo atajamos hacia donde ellos acaban el entrenamiento.
Bueno, al final nos salió un entrenamiento de 14.8 km en 91’, así es que conseguí mi objetivo: hacer un entrenamiento suave y agradable y, lo más importante, con buenas sensaciones.
Por cierto, la casa de campo está en este momento preciosa, con los colores otoñales de este otoño tardío que está a punto de acabar.
este martes festivo a mi tambien me dejo muy buenas sensaciones y con la satisfacion de haver echo un buen entrenamiento , yo tambien repare en lo bonita que estaba la casa de campo que agradecida es cuando le cae un poquito de agua
ResponderEliminaren el entrenamiento de hoy te echamos de menos , espero que el frio no te haya echado para atras
ResponderEliminarNo, es que esta semana estoy entrenando por la mañana, ya que estaba de vacaciones.
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