Hoy tocó carrera en el barrio; la carrera comenzó a las 9:00 h y nosotras fuimos las primeras en llegar: Ana, Ninfa y yo, como estamos acostumbradas a ir a carreras multitudinarias llegamos una hora antes.
Empezamos a ver caras conocidas, los primeros pradolongueros van llegado preparados para correr y hacer foto del grupo.
Salimos, Ana viene a mi ritmo, al ser cuesta abajo el ritmo inicial es muy rápido, intento frenar un poco para no pagar el pato, aunque no fue suficiente. En el primer km Ana, que va a mi ritmo, empieza a sufrir, su respiración es entrecortada, decido que es el momento de tirar y de esta manera ella se queda sola y a su ritmo.
Después varias cuesta duras, entramos en nuestro parque, esta será la parte más llana de la carrera y rondará los 4 km, al salir del parque nos metemos en la primera recta larga que es un falso llano, desde mi punto de vista es la parte más agobiante de las carreras ya que son muy largas y no parecen tener fin. Empieza la parte más dura de la carrera con subidas muy pronunciadas, he forzado la máquina y empiezo a pagar las consecuencias; las pulsaciones disparadas me hacen frenar el ritmo para poder recuperar el aliento, al final de la cuesta oigo la voz de Ana que me llama y me da mucha alegría saber que me ha podido alcanzar, ella ha sido más inteligente y va mejor, decido esperar para que me alcance y terminar con ella, dos cuestas más Ana dice que se va a parar, le digo que no pare, que tire y al final consigue subirla mejor que yo, al girar ya se aprecia la meta y la animo a que tire delante de mí, ha corrido más inteligentemente que yo por eso se merece pasar antes.
Es una carrera con muy buena organización, la bolsa de corredor está muy bien y la camiseta es chula, por un precio muy asequible: 5€.
Ninfa quedo tercera en la General y segunda de su categoría sénior.
Marisa quedo cuarta en la General y segunda de su categoría veterana A.
Mi tiempo final 54’43’’ (Sigo pagando la recuperación de la maratón).